Cartomancia
Las lecturas de cartas siempre nos han fascinado. Desde el antiguo Egipto la cartomancia ha servido para consultar a fuerzas superiores sobre aspectos de la vida esenciales: la fortuna en el amor, en el trabajo, con el dinero y con la salud. Haz tu tirada de cartas, y averigua qué es lo que el destino te depara.
La palabra “sortilegio” proviene de los movimientos que los primeros lectores de cartas hacían con el Tarot. La cartomancia es un arte que ha hecho que el mazo de cartas esté lleno de un aura mágica, de videncia y conocimiento arcano.
Se cree que la primera aparición de este sistema adivinatorio procede de Egipto: a orillas del Nilo en el primer siglo de nuestra Era, los primeros lectores de cartas usaban unas láminas de papiro ilustradas con dioses de su panteón para consultar a esas deidades sobre el destino de las cosechas.
Con el paso del tiempo y el viaje de ese mazo de cartas de primigenio de una civilización a otra (de Egipto a Grecia, de Roma a Arabia, de España a China, de China a las tribus errantes gitanas) las cartas fueron ganando sentidos y poder. En su diseño fueron añadiéndose elementos de diversos conocimientos.
Poco a poco la baraja se fue llenando de símbolos de poder, como la espada o la estrella, de figuras mitológicas (como Ares, el dios de la Guerra, a quien podemos ver en el Arcano IV El Emperador), de cifras numerológicas (las cartas se número del 0 al 22, abarcando todas las cifras de poder numerológicas: el 1, el 11, el 13, el 22…), de señales astrológicas (podemos ver a Libra como La Justicia, el Arcano VIII, y a Acuario como La Templanza, el Arcano XIV), de sentidos cabalísticos, masónicos, cristianos…
Con el desarrollo de la cartomancia a través de los siglos, la baraja sufrió una transformación: se crearon cartas especiales para su ejercicio de la videncia. Estas cartas recibieron el nombre de “Arcanos Mayores”.
Los Arcanos Mayores representaban a fuerzas superiores: el amor, la justicia, la divinidad, la naturaleza… Se concibieron como una forma de conectar con esas fuerzas y de consultarlas sobre temas diversos y urgentes: la propiedad, el amor, la salud, el futuro…
El Tarot de Marsella
Hacia el siglo XVII existía una gran variedad de mazo de cartas usados para el Tarot. Fue en la ciudad de Marsella hacia 1650 cuando se publicó el que seria el Tarot que se consideraría modélico para definir la tirada de cartas: el Tarot de Marsella.
Este Tarot ilustraba su baraja con personajes góticos (el rey, el bufón, el ermitaño…), si bien conservando en todo momento la gran herencia de símbolos multidisciplinarios.
La importancia de este Tarot de Marsella fue tal que definió hasta nuestros días a esta herramienta de la videncia:
• 78 cartas
• 22 Arcanos Mayores (del Arcano 0 El Loco al Arcano XXI El Mundo)
• 56 Arcanos Menores (divididos en 4 palos: estrellas, espadas, bastos y copas)
• Todas las cartas debidamente numeradas, y cada uno de los Arcanos Mayores identificados con sus nombres, excepto (claro está) al llamado Arcano Sin Nombre, el Arcanos XIII que ahora conocemos como La Muerte.
¿En qué consiste la Cartomancia?
La lectura de las cartas es un sistema adivinatorio que consiste en la videncia a través de la baraja. Puede realizarse con cualquier mazo de cartas, pero los estudiosos recomiendan el uso del Tarot de Marsella, pues como hemos señalado es el mazo con un mayor rigor en su diseño y en su tradición vidente.
En esta lectura se realizan preguntas al mazo de cartas mientras se baraja, como una forma de cagar su poder y convocar a las fuerzas que actúan y hablan a través de él.
Entonces se elige cartas del mazo (que preferiblemente debe contener sólo a los Arcanos Mayores), y conforme se van eligiendo las cartas, se acomodan en una figura según la tirada de cartas que se esté realizando.
Entonces se interpretan las cartas. De esta interpretación depende la respuesta a la pregunta planteada.
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